Desórdenes de tiroides

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo puede resultar de un defecto a cualquier nivel del eje hipo- tálamo, glándula pituitaria o el tiroides, pero lo más común es enfermedad del tiroides. La causa más común de hipoti­roidismo es la enfermedad de Hashimo- to, la cual es una condición autoinmune que termina en destrucción del tiroides. Esta condición se asocia a una suscepti­bilidad genética. Otras causas comunes del hipotiroidismo son cirugía de tiroi­des, tratamiento con iodo radioactivo y radiación al cuello.

Comúnmente el paciente se presenta con cansancio, aumento de peso, into­lerancia al frio, piel seca, dolores mus­culares, somnolencia e irregularidades menstruales.

Hipotiroidismo primario se diagnos­tica con un nivel de TSH elevado y un nivel de hormona tiroidea T4 libre baja. La American Thyroid Association reco­mienda un TSH por debajo de 4.2 mU/L. En la mujer embarazada las nuevas guías recomiendan mantener el TSH por debajo de 2.5 mU/L. Estudios demues­tran que mantener un nivel más alto aumenta el riesgo de complicaciones como pre eclampsia, perdida del feto y parto prematuro. Mujeres con presencia de anticuerpos anti TPO tienen mayor riesgo de abortos en el primer trimestre.

El tratamiento de elección para corre­gir el hipotiroidismo es L- tiroxina sintéti­ca. Hay varias formulaciones disponibles. Puede haber diferencias en la biodispo- nibilidad entre distintas formulaciones, razón por la cual preferimos mantener la misma formulación siempre.

Hipertiroidismo

Hipertiroidismo es la producción exce­siva de hormona tiroidea. La causa más común es enfermedad de Graves. Es una condición autoinmune donde ade­más de producir exceso de hormona, el paciente desarrolla cambios en piel y ojos. Los síntomas de hipertiroidismo son pérdida de peso, nerviosismo, palpi­taciones, hipertensión sistólica e hiper- defecación. Otras causas de esta con­dición son nódulos tóxicos en tiroides y medicamentos.

El diagnóstico se hace con una prue­ba de laboratorio donde se ve elevación de T4 y supresión de TSH. La droga de elección para tratar hipertiroidismo es metimazol, excepto embarazadas en el primer trimestre, tormenta tiroidea o una reacción adversa previa al medi­camento, en cuyo caso se utiliza propil- thiouracil.

Si el paciente no responde a trata­miento con pastillas, se puede consi­derar tratamiento definitivo con iodo radioactivo o cirugía. En casos tratados con iodo radioactivo se debe esperar 6 meses antes de embarazarse.

Las condiciones del tiroide son muy comunes y puede ser diagnosticada con pruebas sencillas.

María de Lourdes Miranda, MD

Endocrinóloga de Adultos

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